Se trata de una hierba pequeña, de color verde blanquecino, con tallos cortos, recostados y muy ramificados. Las hojas están soldadas al tallo y son muy numerosas.
Es una hierba perenne de 10 a 30 cm de altura.
Cada rama termina en cabezas de flores redondas y blancas, a diferencia de la manzanilla Matricaria amarilla.
También se le suele llamar manzanilla noble y manzanilla de Anjou.
Una plantación de una hectárea de manzanilla romana contiene unas 100.000 plantas, que producen unos 1,2 kilos de flores secas…
La cosecha comienza en junio y se realiza a medida que las flores florecen, en tiempo seco.
El secado se realiza en capas finas sobre bastidores en secadores muy bien ventilados, lejos de la luz para limitar el amarilleo de los capítulos.
En años secos, las flores tienen un aspecto blanco sucio, amarillento.
Contiene azuleno y también flavonoides.
El amargor de esta planta tonifica tu digestión y la verás facilitada.
También se utiliza como tónico para la piel, ya sea en infusión o en forma de agua floral
La manzanilla, además de calmar los dolores y malestar del aparato digestivo, es antiespasmódica, relaja el nervio y el músculo.
También está indicada para las migrañas, para aliviar gases, dolor menstrual, ansiedad, insomnio, intestino irritable, conjuntivitis, irritaciones de la piel e incluso úlceras bucales.
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